Critica

Cecilia Bartoli protagoniza “La Cenerentola” de Rossini

20-10-2018
Este jueves 25 de octubre se representa en el Palau de la Música la ópera La Cenerentola de Rossini, capitaneada por una de las grandes intérpretes de música clásica actuales, Cecilia Bartoli. La cantante interpretará Angelina, la cenicienta. Los cambios introducidos por Rossini, que coge una versión posterior a la clásica, hace que haya elementos diferentes respecto a la historia de la cenicienta que adaptó Disney y que todos conocemos. La maestría de Bartoli, que hace veinte años que debutó en el papel de Angelina, dota de una calidad excepcional esta cita en el calendario del Palau.

 

 
Cecilia Bartoli vuelve a interpretar una ópera entera en Barcelona. No lo hacía desde su debut en el Gran Teatre del Liceu en 1991, como Rosina de Il barbiere di Siviglia, un clásico de uno de los compositores más prestigiosos de ópera del s. XIX, Gioachino Rossini. Bartoli es una experta indiscutible en las óperas del compositor de Pesaro. Es directora del Festival de Pascua de Salzburgo, y este año su programación está dedicada a Rossini con motivo del 150 aniversario de su muerte.

La cantante romana ha vendido más de 12 millones de CD y DVD, y actúa en las salas más prestigiosas del mundo. Para la ópera La Cenerentola cuenta con la orquesta de los Musiciens du Prince-Monaco, un conjunto que la propia Bartoli creó, especializado en las tradiciones musicales de las cortes nobles de los siglos XVII y XVIII. La cantante también ha colaborado en otras ocasiones con Rosa Bove, que interpretará Tisbe, y con Gianluca Capuno, el director, que condujo en 2016 la Norma de Bellini con Bartoli en el papel principal. Por todo ello, el programa de mano de la ópera se menciona que Cecilia Bartoli hace esta ópera “rodeada de amigos”.

El relato de la cenicienta puede parecer difícil de leer a día de hoy, ya que vemos una mujer pasiva que debe esperar la salvación de un príncipe. Pero Mercedes Conde, directora de la «Revista Musical Catalana», ve en la versión que eligió Rossini ciertos cambios que matizan esta pasividad. En vez de la madrastra de Angelina encontramos a Don Magnifico, bobo y ambicioso, padre de las hermanas Clotilda y Tisbe. Ramiro, el príncipe, quiere conseguir que su mujer no le quiera sólo por su título sino por como es, por lo que se hará pasar por criado, y su mayordomo, por príncipe. Angelina confesará que se ha enamorado del criado. Tanto Ramiro como Angelina demuestran, por Conde, “tener las ideas muy claras y una integridad moral indestructible”. De hecho, la ópera original de Rossini se llamaba La Cenerentola o la bondad triunfante, lo que muestra el acento en la voluntad y la rectitud moral de los dos protagonistas.

Don Magnifico y las dos hijas tienen una evidente carga cómica, y Rossini lo describe musicalmente. En las arias “Miei Rampolla femminini” o “Sea qualunque delle figlie” vemos como se establece un diálogo entre gestos, canto y melodía instrumental que despierta la risa. Los pasos y la gesticulación enfadada del padre son parodiadas y rebatidas por los violines. En cambio, Ramiro y Angelina tienen un tratamiento diferente: el aria de Ramiro “Si, ritrovarla io giuro” es un perfecto ejemplo de cómo se destaca la belleza del timbre vocal en las arias de los dos protagonistas, en una combinación entre canto legato y coloraturas donde los cantantes pueden brillar. No faltan las grandes arias conjuntas tan alegres y típicas de Rossini, como “I Signora Altezza in tavola” o “Questo è un nodo avviluppato”.

En La Cenerentola, Cecilia Bartoli tiene el espacio para mostrar plenamente su excepcional técnica como cantante. En el aria final, “Nacqui all'affann”, Angelina canta “Non piu mesta”, alegrándose de que la soledad y la tristeza la han abandonado para siempre. Al accelerando de la pieza Bartoli muestra una increíble habilidad para la coloratura, con precisión y nitidez en unas escaleras especialmente complicadas por su rapidez. Según Anthony Tommasini, crítico del New York Times, “su tono está enfocado; su ejecución rítmica es precisa (…), su gama, aunque arraigada en su registro más grave y aterciopelado, se eleva al agudo con facilidad. Todo ello, unido a su capacidad instintiva de comunicar, hace que su voz sea enormemente carismática “.
 
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Aina Vega Rofes
Aina Vega i Rofes
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