Hacemos las maletas?

Hay un hashtag en Instagram que usamos a menudo en el mundo del lied, #dasLiedLebt. Es una forma de reivindicar que, a pesar de todo (y este “todo” ha dado y daría para muchos artículos), el género sigue vivo y bien vivo. Quizá podríamos lanzar otro, #elLiednosArronsa, para reivindicar también la actitud valiente de programadores, artistas y aficionados ante la pandemia. Sabemos que el virus nos marca de cerca, pero esto no ha impedido que en toda Europa los festivales de lied hayan reaccionado con cintura y hayan continuado trabajando durante estos meses; no con normalidad, pero intensamente. Es cierto que el formato de los conciertos y las estructuras medianas o pequeñas lo hacen más fácil, pero esto no quita mérito. Hablaba de toda Europa, y sólo en nuestro tenemos los ejemplos del Barcelona Festival of Song, la Schubertíada i el LIFE Victoria, que se presentó el martes vía streaming después de que las medidas de protección contra el coronavirus adoptadas recientemente hicieran que se cancelara la presentación presencial.Parlava de tot Europa, i només a casa nostra tenim els exemples del ming després que les mesures de protecció contra el coronavirus adoptades recentment fessin que se’n cancel·lés la presentació presencial.

Samuel Hasselhorn

Se suele decir que un recital de lied es un viaje. A veces uno de evidente; a veces uno de íntimo del que los artistas sólo nos dan alguna pista con el programa; a veces uno más íntimo aún, que hacemos los espectadores y no compartimos con nadie más. El LIFE había previsto un gran viaje para 2020 y así será, pero durará el doble de lo que se pensaba por culpa del virus y el martes se presentaron no una sino dos ediciones, las de otoño de 2020 y el 2021, así como la de primavera de 2021, después de que la del 2020 cayera ya sabéis por culpa de qué organismo minúsculo. El conjunto es una programación que hace mucha buena pinta, tanta que haremos una cosa: hablaremos aquí de la edición 2020 y dejaremos para más adelante el resto, aunque no me resistiré a hacer algunos apuntes sobre el futuro (como, por ejemplo, que la protagonista del LIFE de primavera será la maravillosa Felicity Lott).

Me centro, pues, en el LIFE Victoria 2020, que será la octava edición, y empiezo por los cambios respecto a ediciones anteriores, que fundamentalmente son tres: desaparecen los miniconciertos los jóvenes teloneros previos a los conciertos principales, se trasladan a la primavera las masterclasses y se programan tres conciertos de piano, que presentan tres solistas que hemos tenido ocasión de escuchar como acompañantes: Marc Serra, Eric Varas y Marta Puig, los tres con su propuesta de viaje: el viaje romántico, el viaje interno de la artista y el viaje cotidiano, respectivamente.

Presentadas las novedades, pasamos a los recitales, que comenzarán el 16 de septiembre en el Palau de la Música Catalana con dos obras encantadoras: los dos volúmenes de Valses amorosos de Johannes Brahms, que reúnen a cuatro voces (Marta Mathéu, Gemma Coma-Alabert, David Alegret y Joan Martín-Royo) y dos pianistas (Francisco Poyato y Jordi Armengol), y su hermana para piano, los Dieciséis valses. Siguiendo con los recitales de formato más clásico, tendremos una obra estupenda y poco interpretada, el ciclo de Leoš Janáček Zápisník zmizelého (“Diario de un desaparecido”), ya en el Sant Pau Recinto Modernista. Los intérpretes serán Nicky Spence, Helena Ressurreição, Mercedes Gancedo, Irene Mas Salom, Mireia Tarragó y Julius Drake.

Con Marta Infante y Jorge Robaina nos reencontraremos con Leoš Janáček, en este caso con una selección de sus arreglos de canciones Moravia, acompañado de dos compositores bohemios: Antonín Dvořák y Gustav Mahler. Aunque Mahler trabajó mucho el registro más popular de las canciones, no lo escucharemos en esta faceta sino con otra de sus joyas, los Rückert-Lieder, mientras que Dvořák jugará al pilla-pilla con la canción tradicional. Si Dvořák se permite estos juegos gracias a su conocimiento profundo del folklore bohemio, el orientalismo francés era tan imaginativo como poco riguroso. Fatma Said, acompañada por Kunal Lahiry, ofrecerá como hace a menudo un programa que confronta los atractivos resultados de estos experimentos con la canción escrita al mismo oriente.

El VIAJE (así, en mayúsculas) del repertorio liederístico es el Viaje de invierno de Franz Schubert, y tendremos dos (y dos más en 2021). El primero lo presentarán Samuel Hasselhorn y Malcolm Martineau; como os digo a veces con algunos artistas jóvenes a seguir, si fuisteis al debut del barítono en Barcelona, no es necesario añadir nada más, y si no fuisteis, no os lo perdáis ahora. Y de Martineau, qué os diré? El mismo de siempre, que le escuchéis tantas veces como sea posible. El otro Winterreise lo interpretarán Xavier Sabata y Francisco Poyato; es posible que esté pensando que ya los escuchásteis no hace mucho, pero en esta ocasión no habrá un dúo sino un trío: se añadirá a Rafael Rodríguez Villalobos, que firma la puesta en escena.

Anne Schwanewilms

Volveremos a escuchar a Malcolm Martineau, esta vez con la soprano Anne Schwanewilms y un programa que combina lied y melodie. Por el lado alemán tendremos a Mahler, ahora sí, con tres de las canciones de Des Knaben Wunderhorn, Richard Strauss y sus Tres canciones de Ofelia y Hugo Wolf y una pequeña selección de los preciosos Mörike-Lieder; por el lado francés habrá Henri Duparc, del cual podremos escuchar otra preciosidad, el Invitation au voyage que da título a esta edición del LIFE Victoria, y las Proses lyriques de Claude Debussy. En la misma línea franco-alemana tenemos el primero de los dos Recitales Aperitivo, con Fabian Langguth y Camille Lemonnier, que presentan otro de los ciclos clásicos de viajes, los Lieder eines fahrenden Gesellen de Mahler. También estará el ciclo estrella de Ludwig van Beethoven, An die ferne Geliebte, y Francis Poulenc y Maurice Ravel por la parte francesa.

Michael Rakotoarivony y Teodora Oprisor protagonizarán el segundo Recital Aperitivo; como el dúo anterior, son alumnos de la Académie del Musée d’Orsay – Abbaye de Royaumont y continuarán en la línea de sus compañeros, pero incorporando el ciclo de viajes inglés por excelencia, las Songs of Travel de Ralph Vaughan – William (que volveremos a escuchar en 2021 con Christopher Maltman y Malcolm Martineau). Como veis, el nombre aperitivo hace referencia a la hora del concierto (las 12.30 h, en el Museo de la Música), pero no a la ligereza de las comidas, que son sabrosos y contundentes.

Hasta aquí los programas responden, como decía hace unos cuantos párrafos, a una estructura clásica de los recitales de lied, pero también habrá los que hacen dialogar a un montón de compositores en un montón de lenguas. Por ejemplo, el viaje de Kate Royal y Joseph Middleton nos llevará a escuchar, si no me he desontado, a diecinueve compositores y cuatro lenguas. Helena Ressurreição y James Baillieu (atención, que este joven y excelente pianista hará tres recitales más en 2021) recrearán el LP de Victoria de los Ángeles y Geoffrey Parsons que llevaba por título Songs of many lands, y aquí he contado catorce compositores y nada menos que nueve lenguas diferentes. Finalmente, Montserrat Seró y Alberto Palacios harán un programa de no-lied: zarzuela, cuplé, chanson, jazz … La propuesta más original.

Hasta aquí hemos repasado quince conciertos. Sólo falta mencionar el concierto benéfico en la iglesia de Santa Ana, que cerrará el LIFE el 16 de diciembre, y las dos Catas de Lied, que se harán como siempre a Jorquera Pianos, de los que no conocemos todavía intérpretes y programa. En definitiva, una programación que hay que repasar con mucha atención y con la agenda en mano (o las maletas a punto), y por eso lo mejor es ir a la web del festival.

Empezaba hablando del coronavirus y parece que tengo que hacerlo también para acabar. Todos deseamos que el LIFE pueda celebrarse con público, porque no hay nada como la música en vivo; pero los conciertos se transmitirán en línea, así que, en el peor de los casos, nos quedará este consuelo. Porque, ya sabéis, #elLiednosArronsa.