Coral

“Tendremos que aceptar que algunas obras no se podrán hacer a partir de ahora”

Conversamos con Pere Lluís Biosca (Cor Francesc Valls) y Xavier Pastrana (O Vos Omnes) en ocasión de Espurnes Barroques

26-09-2020

El festival Espurnes Barroques ha supuesto para estos directores, responsables de dos de los coros más prestigiosos del país, la oportunidad de reemprender la actividad con sus agrupaciones y llevar a cabo el primer concierto después del confinamiento. Nos reunimos con los dos el día después de la actuación del Francesc Valls en la Seu de Manresa (podéis leer la reseña aquí) y aprovechamos para plantearles algunos temas sobre el panorama musical catalán en tiempos de pandemia, cuál es el papel de la música en estos momentos difíciles y qué pasos debe dar el sector en un futuro próximo.

Xavier Pastrana

Después de constatar con Pere Lluís Biosca que el concierto de la Seu fue especialmente emocionante para los cantantes por ser el primero después de seis meses sin actuar juntos, por el repertorio escogido y por el hecho de estar dedicado al personal sanitario, le preguntamos cómo se enfoca técnicamente el requisito indispensable de Espurnes Barroques (la música debe contextualizarse e integrarse en el espacio dónde se lleva a cabo) en un momento en que los cantantes deben estar separados los unos de los otros por motivos de seguridad. Biosca nos confirma que una obra tan delicada y difícil se complica tanto por la distancia como por el uso esporádico de la mascarilla, que se hace necesario “tirar de imaginación” y que, a pesar de ser un mal menor después de no cantar en medio año, se hace necesario dedicar mucho más tiempo a les pruebas de sonido. Eso sí, el tamaño y la resonancia de la Seu les ayudó y algunos miembros del coro incluso comentaron que se encontraban cómodos. Probablemente, añade, “cantar en un auditorio seco a esta distancia sería difícil”. Xavier Pastrana se suma a la conversación para confirmar que su grupo ha tenido que cambiar el programa del concierto e interpretar a Telemann a la luz de les directrices sanitarias y que para la propuesta actual tener las paredes cerca les resultará positivo. “Tendremos que aceptar que algunas obras no se podrán hacer a partir de ahora, comenta, y quizá nos tendremos que limitar por un tiempo a piezas de muy pequeño formato”. Por poner un ejemplo, Pastrana lamenta que sea imposible presentar en Espurnes Barroques obras como La hoguera de las vanidades con parte escenificada que habían previsto. Quitando hierro al asunto, concluye que “cada sala es un mundo” y que ahora simplemente hay más limitaciones. En palabras suyas, “cada concierto será un experimento”.

A pesar de la profesionalización creciente del sector y de que las cosas se van normalizando, según afirma Pastrana, todavía prima la visión del cantante de coro como un amateur

Quisimos saber también cómo vivieron el confinamiento dos personas acostumbradas a hacer música en grupo. Biosca confiesa que es ahora cuando ha entendido que durante aquel período estuvo en una especie de limbo y se ha reencontrado consigo mismo desde que puede volverse a poner al frente del Francesc Valls. La conversación deriva hacia el reconocimiento y la importancia social de su trabajo. “La cultura es muy frágil”, comenta Biosca, “pero quiero creer que la sociedad la necesita”. Por su parte, Pastrana vería un punto positivo del parón de la música en vivo si sirviese para darnos cuenta de la necesidad que tenemos como comunidad pero es más partidario de dejar la reflexión sobre la cultura para cuando se hayan cubierto las urgencias más básicas. Parece una exageración pero los dos directores coinciden en que el reconocimiento a la gente de su gremio a menudo no va acompañado de una percepción mínima sobre las necesidades de los cantantes. Por lo que parece, no se discuten los costes de las orquestas pero los cachés de los coros acostumbran a percibirse como desproporcionados. A pesar de la profesionalización creciente del sector y de que las cosas se van normalizando, según afirma Pastrana, todavía prima la visión del cantante de coro como un amateur y cuesta entender que su formación y sus prestaciones valen dinero. 

Pere Lluís Biosca para el Presència. Programa: Religions

El hilo de la conversación —y en especial este último punto— nos lleva de manera natural a interesarnos por la opinión de estos dos destacados directores sobre la escena amateur, de gran tradición en Cataluña, y la convivencia con los coros profesionales. Xavier Pastrana es un ferviente defensor de la profesionalización de los cantantes de coro y, por su parte, la opinión de Pere Lluís Biosca es especialmente relevante por estar al frente del Francesc Valls pero también de uno de los más importantes coros no profesionales del país, el Cor Madrigal. Para el responsable del O Vos Omnes, la existencia de más de 400 coros aficionados en Cataluña no tendría que suponer un problema si no fuera que no hay una mínima formación académica detrás. Los dos coinciden que este movimiento tan enraizado socialmente tendría que servir para hacer cantera y que se debería aprovechar esta dinámica tan potente para garantizar la profesionalización de algunos cantantes, siempre considerando, como apunta Biosca, que “la frontera no es clara” y que los coros de nivel desempeñan un papel importante de cara a la formación de futuros profesionales del canto coral. Dos puntos evidentes: cantar es el primer instrumento y se puede cantar sin educación formal pero, por otro lado, ser un buen cantante no es sinónimo de éxito a la hora de integrarse en un coro. Los coros no profesionales podrían contribuir a salvar este escollo. Pere Lluís Biosca acaba con una nota alegre comentando que la gran diferencia no es el resultado sino el “proceso”, ya que los tiempos de ensayo se dilatan con un coro amateur, pero que él ve su proliferación de manera positiva.

Como la mayoría de nosotros, los dos directores admiten haber salido del confinamiento con algunos aprendizajes y cierto optimismo. Son conscientes que el sector está tocado, que hay muchos artistas pasándolo mal y que será necesario que las instituciones públicas colaboren para tirar adelante su actividad. Tota iniciativa que vaya reactivando las cosas es bienvenida y, de momento, debemos celebrar este Espurnes Barroques y comenzar a caminar. Nosotros podemos hacer nuestra parte como público asistiendo a sus propuestas (podéis consultar la programación de este fin de semana aquí).


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *