Infantil

La educación, más musical que nunca

Como la música y las nuevas tecnologías se combinan para educar desde el confinamiento.

10-05-2020

¿Por qué es tan importante el arte para la educación de los más pequeños? La música, en concreto, nos acompaña durante todas las etapas de nuestra vida, además de jugar un papel importante en el desarrollo de los niños. Afortunadamente, hoy en día, hay toda una comunidad educativa que es bien consciente del papel clave de la música en la educación, sobre todo en los centros de primaria, donde trabaja Júlia Muñoz, profesora de música de la escuela Enric Grau Fontseré de Flix. Ella nos cuenta como se ha tenido que reinventar para hacer llegar una asignatura tan participativa a los más pequeños desde el confinamiento, y cuáles son las herramientas y dinámicas que utiliza para hacerlo.

La educación se ha tenido que adaptar al modelo digital

Si bien es cierto que la Escuela de Flix va un paso por delante con la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías para la enseñanza, las medidas del confinamiento no han pasado desapercibidas para nadie. Con recursos como Classroom o Padlet, la escuela utiliza – ya en circunstancias normales – los Chrome Books, que incluyen una serie de herramientas y aplicaciones de Google disponibles en los portátiles propiedad del centro, y que se reparten a cada alumno. Con clases pequeñas y siempre al día con los proyectos TIC de la Generalitat, la escuela ha logrado adaptarse rápidamente a la educación en línea que se ha implantado a consecuencia del confinamiento por COVID-19. Aunque se han tenido que replantear muchas dinámicas, hacer frente a la llamada brecha digital y reorganizar contenidos, tanto los profesores, como los niños y sus familias se han mostrado muy participativos en las actividades propuestas, lo que es favorecido también por el contexto del pueblo.

Júlia Muñoz, como profesora de música y “ambients” – dinámicas de talleres en grupos más reducidos y libres -, comenta que la música es una asignatura que normalmente se trabaja en grupo. Se trata de una clase para compartir y estimular la creatividad de los niños que, por esta misma concepción, se ha visto afectada por el distanciamiento social. Comenta que en sus actividades hay un gran peso del movimiento y que, aunque el trabajo desde casa elimine parte de eso, el uso de las tecnologías permite compartir en forma de vídeos o fotografías todas las actividades e iniciativas que siguen los niños, en compañía de los padres, haciendo posible que la implicación y la creatividad continúen como si nada hubiera pasado.

Se trata de una clase para compartir y estimular la creatividad de los niños que, por esta misma concepción, se ha visto afectada por el distanciamiento social.

Además, proyectos en marcha como Donar la nota, impulsados desde varios centros educativos de Cataluña, aún siguen en pie durante el confinamiento. Esta y otras actividades que Júlia Muñoz ha impulsado, como proponer a los abuelos que canten una canción de cuando eran pequeños, mezclar música y poesía, o la percusión corporal, hacen que la música haya ganado peso en el día a día de las familias de la escuela. De este modo, la evaluación se hará por competencias, a partir de unos criterios de autoconocimiento, aún en proceso de elaboración, pero que contará con aptitudes tecnológicas, de “aprender a aprender” y de iniciativa personal.

‘Els segadors’ con botellas. Una de las actividades propuestas para el confinamiento

Sobre el futuro, Júlia subraya que es importante acostumbrarse al formato tecnológico, compartir herramientas nuevas y utilizarlas de forma colaborativa, aunque comenta que tiene ganas de volver a dar clases de música así como lo hacía antes, y es que el calor de una clase tan dinámica es difícil de replicar a través del formato exclusivamente tecnológico. Añade que la música es el lenguaje de los niños, allí donde se sienten cómodos para expresarse y dejar fluir su creatividad, aunque es una de las asignaturas que menos importancia recibe en condiciones normales.

Por lo menos, durante este confinamiento se han dejado claras dos cosas: la primera, que la música es esencial para la educación de los más pequeños de la casa, no sólo para llenar las horas libres del confinamiento, sino porque realmente la necesitamos para nuestro día a día; la segunda, que junto con la tecnología, ha sido posible continuar con una cierta normalidad la educación de los niños y niñas, adaptando al medio digital una pedagogía musical que busca ser enseñada de forma experiencial. Con todo, se trata de una muestra más de cómo, forzados a adaptarse a las nuevas situaciones a pesar de las dificultades, la música es una parte fundamental de este proceso y que no se puede dejar de lado.


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