Critica

Los lieder de Kožená & Uchida

08-01-2019

El próximo jueves 17 de enero, el Palau de la Música Catalana invita a la mezzosoprano Magdalena Kožená y a la pianista Mitsuko Uchida para interpretar lieder de Schumann, Wolf, Dvořák y Schönberg en un concierto que promete ser muy especial. Ahora que son fiestas, es una gran oportunidad para regalar música de la mano de dos sensibles artistas. Compra d’entrades


El concierto que tendrá lugar el día 17 de enero en el Palau de la Música Catalana es Romanticismo maduro en estado puro. Incluso la obra de Schönberg está empapada de esta estética, ya que éste escribió el ciclo que presentan Kožená & Uchida muy joven, en Berlín. Un repaso centroeuropeo del género que Schubert erigió como culto, con los hijos musicales del propio Schubert.
 
La mezzosoprano Magdalena Kožená, nacida en Brno, República Checa, estudió en el conservatorio de la ciudad, así como Bratislava y fue ganadora de la sexta edición del Concurso Internacional Mozart de Salzburgo en 1995 y 2003 el gobierno francés le otorgó el título de Chevalier de la Orden de las Artes et des Lettres, además de recibir muchos otros premios y distinciones. Ha trabajado con los mejores directores de nuestro tiempo (Claudio Abbado, Pierre Boulez, Gustavo Dudamel, Sir John Eliot Gardiner, Nikolaus Harnoncourt, Mariss Jansons o James Levine) y ha actuado con las más prestigiosas orquestas en las salas y teatros más importantes de Europa, América y Asia. Además, ha tenido pianistas acompañantes de la talla de Daniel Barenboim, Yefim Bronfman, Malcolm Martineau, András Schiff y Mitsuko Uchida. Es una voz llena de solidez, de timbre grueso pero elegante, tanto en el legato como en la coloratura. Su línea impoluta la hace especialmente idónea para cantar lied, como los de Dvořák, Janáček y Martinů, que empezó a cultivar de joven. Es una mezzo versátil que sobresale tanto en el repertorio barroco como en el romántico.
 
Por su parte, la pianista Mitsuko Uchida es una todo terreno. Como solista ha cultivado ampliamente repertorio de Schubert, Schumann y Beethoven y es especialista en la Segunda Escuela de Viena de Schönberg-Berg-Webern (nos hacen especial ilusión los Brettl Lieder que interpretará en el concierto) y Boulez. Pero, además, es una partner excepcional de grandes cantantes, además de actuar con grupos de cámara de prestigio. Es habitual en la Musikverein de Viena y en la Konzerthaus, así como el Carnegie Hall de Nueva York. Su talento se combina con una gran intuición, inteligencia y sensibilidad. El tacto con el piano es de gran exquisitez y, a pesar de su carácter escénico calmado, pone toda la pasión en sus interpretaciones sin escatimar ni una pizca de emoción.
 
Robert Schumann inició su carrera musical como pianista, pero posteriormente se dedicó a la composición -hasta 1840, exclusivamente para piano, para ampliar más tarde a la música de cámara y algunas sinfonías y conciertos. Su conocimiento y amor por el instrumento que tocaba hizo que sus lieder para canto y piano sean especialmente interesantes en la parte instrumental, sin descuidar una voz delicada pero con interesantes inflexiones. Con los cinco Gedichte der Königin María Stuart, op. 135, el músico enfermizo despide del género liederístico con una peripecia argumental que revive los últimos y tortuosos momentos de la infortunada reina de Escocia y Francia, y pretendiente al trono de Inglaterra, decapitada en 1587 por la orden de Isabel I. El dramatismo de la página se plasma con una voz muy articulada y un piano que varía mucho los reguladores.
 
De origen esloveno, el compositor austriaco Hugo Wolf destacó por sus canciones, a las que imprimió una intensidad expresiva que fue única en el último Romanticismo, uniendo la expresividad, el cromatismo, y las innovaciones dramático-musicales de Richard Wagner. Destaca su relación con el poeta Eduard Mörike, a menudo comparada a la de Britten y Auden o Schubert y Goethe y es el perfecto matrimonio entre compositor y poeta. Los Mörike Lieder, de los que Kožená y Uchida interpreta una selección, son una obra maestra del género liederístico, de extrema sensibilidad para desvelar las emociones de los poemas, y con un gran refinamiento en la combinación la voz y el piano y una integración sutil con la forma.
 
El concierto continúa con los Liebeslieder, op. 83 de Antonin Dvořák, muy conocidos y estimados por Kožená. De hecho, su versión es una de las de referencia de la obra. Las canciones de amor del compositor checo no están exentas de pinceladas folclóricas, tan “marca de la casa” en Dvořák, pero en general podríamos aseverar que son de raíz mucho más germánica que paneslava. Especialmente en su juventud, Dvořák estuvo muy influenciado por Wagner, para sentirse más libre en los años posteriores y explorar nuevas sonoridades que lo ataban a su tierra y al folclore bohemio, siguiendo su predecesor Bedřich Smetana. Fue considerado, según Johannes Brahms y el prestigioso crítico musical Eduard Hanslick, uno de los más grandes compositores de su tiempo.
 
Por su parte, Arnold Schönberg pasó varias temporadas en Berlín -entre 1901 y 1902, 1911 y 1913 y entre 1925 y 1932. En su primera estancia conoce Richard Strauss y frecuenta el cabaret literario “Überbrettl”, que dará nombre a sus canciones de cabaret Brettl-Lieder, con un aire muy irónico y de divertimento. Überbrettl es el apodo del Bunt Theater, el primer cabaret alemán, al que Schönberg trabajó como Kappelmeister. Su precursor fue Le Chat Noir de Rodolphe Salis el barrio parisino de Montmartre. El apodo supone un gesto irónico hacia el Übermensch nietzscheano, por lo que se quería dar a entender que se aspiraba a crear algo más elevada que el simple Brettl, como se llamaban los pequeños teatros, insuflando de un espíritu artístico -literarios el local, y situando a una categoría más noble el vaudeville. El busto del filósofo alemán presidía el vestíbulo del teatro. Frecuentaban el local poetas como Otto Julius Bierbaum, Christian Morgenstern, Richard Dehmel o Gustav Falke, autor del conjunto de lieder que escucharemos a través de una de las manos más inspiradoras interpretando Schönberg como lo es Mitsuko Uchida, que lucirá junto a Magdalena Kožená en un concierto delicioso que propone unas obras con un recorrido muy coherente que construyen un relato que nos será explicado con pasión y excelencia para las dos protagonistas.
 
 
 
 
 Fotos: Magdalena Kožená, Mitsuko Uchida   

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Aina Vega Rofes
Aina Vega i Rofes
Editora
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