Critica

Schubert, noch mal

12-02-2019

L’Auditori presenta el Schubert Lied III el 17 de febrero, con Eduard Mas, tenor, y Marta Puig, piano, y el Schubert Lied IV el 28 de marzo, con Ludwig Mittelhammer, barítono y Jonathan Ware, piano, en coproducción con el Asociación Franz Schubert y el Centro Nacional de Difusión Musical.

Si asociamos de manera automática la palabra lied a la figura de Franz Schubert (1797- 1821) es porque se le considera una especie de padre fundador del género, además de ser su cultivador más conspicuo. Con los más de seiscientos títulos que dejó para la posteridad, su legado no fue suficientemente valorado en vida del autor -siempre a la sombra de Beethoven y sólo se popularizó a finales del siglo XIX.

Y sin embargo, con el tiempo se ha ido extendiendo la idea de que Schubert es uno de los más grandes compositores de la historia, porque con sólo diecisiete años -cuando el precoz Mozart aún no había escrito ninguna pieza realmente excelente- compuso una indiscutible obra maestra, Gretchen am Spinnrade ( “Margarita en la rueca”), sobre un poema de Goethe, un autor que le inspiraría a menudo. Otros poetas, como Schiller, Walter Scott o Heine también vieron con Schubert el retorno del verso a los orígenes musicales de la lírica, gracias al genio de unos de los compositores más prolíficos (y también el menos longevo, porque la sífilis, tan mortal como vergonzante para su tiempo, se lo llevó con sólo treinta y un años). Tres temas atraviesan su producción, los que son eternos en la poesía, sobre todo en el Romanticismo: la naturaleza, el amor -en especial a las primeras canciones- y la muerte – en especial en sus últimos años. De hecho, la sombra de la muerte se cernió siempre sobre el artista vienés, porque de doce hermanos que tuvo, diez murieron al nacer y otro lo hizo prematuramente, mientras que su madre moriría el último parte, cuando él tenía quince años.

En 1814 Schubert inició un período de gran creatividad, inspirado por el amor que sentía por Therese Grob, una joven soprano que estrenaría como solista la Misa núm. 1 en fa, dirigida por el compositor. Los enamorados no se pudieron casar nunca por la precaria situación económica del compositor, que dedicaría a la chica una bellísima colección de canciones. El 1815 es considerado el año-milagro del músico, que con dieciocho años escribió cuatro óperas, dos sinfonías, dos misas y un buen puñado de composiciones religiosas y sonatas para piano, además de ciento cincuenta lieder, entre los que hay cuatro que podremos escuchar en L’Auditori: Genügsamkeit ( “Sencillez”), sobre un texto de Franz von Schober, un canto a la experiencia iniciática del viajero entre las montañas, y tres piezas sobre poemas de Goethe : Nähe diciembre geliebten ( “Cerca de la amada”), una canción llena de añoranza y deseo, que termina con el verso “O, wärst du da!“, “ojalá fueras aquí”, Der Fischer ( “el pescador “), la historia del joven pescador que se ahoga seducido por una náyade, y Erster Verlust (” Primera pérdida “), un canto nostálgico a los años jóvenes y al amor perdido. También es de Goethe Der König in Thule ( “El rey de Thule”), de 1816, una canción llena de tristeza y añoranza por la amada muerta.

El concierto arrancará con una melancólica mirada sobre la primavera bella y efímera, Am Bach in Frühlin (1816) y seguirá con como An Eine Quelle ( “A una Fuente”, 1817), Die Liebe hat geloge ( “El amor ha mentido” , 1822) o Rastlose Liebe ( “el amor incesante”, 1821), también con texto de Goethe, que con su tempo rápido sugiere la desazón del enamorado lejos de la amada. Estas y otras maravillas serán interpretadas por el tenor catalán Eduard Mas y la pianista también catalana Marta Puig, dos jóvenes talentos formados en la Guildhall School de Londres. Nacido en Banyoles, Mas obtuvo el primer premio Ferrier Society Bursary for Young Singers el año 2012 y ha trabajado con notable éxito en varios ciclos conciertos de canciones y festivales, con repertorios de Schubert, Toldrà, Britten, Poulenc o Mompou, entre otros, además de interpretar una docena de roles operísticos. En cuanto a la barcelonesa Marta Puig, una artista comprometida en la exploración del sonido y su profundidad, ha participado en varios festivales internacionales como solista y con orquesta en salas de gran prestigio en Barcelona, Madrid, Florencia y Londres, con el lied como uno de sus géneros más preciados.

El último concierto del Schubert Lied, el 28 de marzo, nos presentará el barítono alemán Ludwig Mittelhammer y el pianista norteamericano Jonathan Ware, dos figuras indiscutibles del género. Iniciarán el repertorio con Fisherweise ( “Canción de pescador”), sobre un texto de F.X. Schlechtan, una pieza del 1826, en la última etapa del compositor. Es una canción llena de optimismo y vitalidad, con un motivo alegre, llena de gracia y sencillez, que presenta el diálogo entre un pescador y una vivaracha pastora que lo quiere seducir. Seguirá otro canto a la alegría, en este caso con un motivo amoroso: Im Frühling, de la gran añada de 1815, con un texto delicioso de Goethe. 1820 es Der Knabe ( “El chico”), con texto de Friedrich Schlegel, sobre el chico que sueña ser un pájaro para sentir la alegría y la libertad de volar, y del mismo año y el mismo poeta, Der Schmetterling ( ” la mariposa “) una pequeña maravilla llena de ritmo, con el orgulloso insecto que canta su belleza y libertad. Temas, por tanto, típicamente románticos, presentados con una mirada optimista.

A continuación, se interpretarán seis canciones de amor: Lebetrank der Liebe ( “reconfortante del amor”), Die Erste Liebe ( “El primer amor”), Stimme der Liebe ( “De acuerdo con el amor”) , Des Fischers Liebesglück ( “la felicidad del pescador”), An die Leier ( “En la lira”), donde el instrumento de los viejos aedes griegos abandona la vieja épica heroica para alabar sólo el amor ( “Nur Liebe im Erklingen” ) y Schäfers Klagelied ( “el lamento del pastor”), con la añoranza por la amada ausente. Aunque habrá tiempo para dos maravillas de Goethe: An die Entfernte ( “A lo lejos”), un canto al recuerdo de su amada Charlotte von Stein, y Erlkönig ( “El rey de los elfos”), una mirada trágica a la mitología germánica. El concierto terminará con dos verdaderos manifiestos del romanticismo alemán: An den Mond in einer Herbstnacht ( “A la luna en una noche de otoño”), un lamento sobre la brevedad de la vida, y Sehnsucht ( “Deler”), que muestra la tensión del yo poético ante la terrible indiferencia de la naturaleza inconsciente.

Formado en la universidad de Munich, Mittelhammer ha actuado como solista con algunas de las orquestas más prestigiosas de Europa y ha sido galardonado con el Premio de las Artes de Baviera y el concurso internacional de la academia Hugo Wolf, junto con el consagrado pianista Jonathan Ware, que también ha sido distinguido como mejor intérprete acompañando a la Lied Internacional Song Competition.


Foto: Marta Puig, Eduard Mas

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